El evento del fin de semana pretende ayudar a los matrimonios en dificultades

Por Roxane B. Salonen - InForum
12 de agosto de 2016

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EAU CLAIRE, Wisconsin.En 1997, Dean y Sue Gumz casi habían perdido la esperanza de que su matrimonio roto pudiera repararse.

"Emocionalmente, ya me había marchado", dice Sue, recordando aquel difícil periodo.

Pero tras un último esfuerzo hablando con su pastor, apareció un pequeño destello, no tanto en lo que el pastor había dicho, sino en un folleto que había lanzado a la pareja antes de despedirse.

Les presentó Retrouvaille, un programa diseñado para servir de salvavidas a los matrimonios en apuros. Los dos decidieron que no tenían nada que perder apuntándose al evento de fin de semana.

"No esperaba que tuviera éxito", admite Dean.

"Yo tampoco", dice Sue. "Sólo pensaba: 'Vale, haremos que quede bien, así cuando nos divorciemos podremos decir que lo intentamos todo'. "

Pero todo cambió el fin de semana del evento. "Descubrí que, gracias a que el programa estaba centrado en Cristo, mi corazón se abrió y el Espíritu se apoderó de mí", dice Sue.

Diecinueve años después, la pareja mira atrás con gratitud. Su matrimonio no sólo sobrevivió al fin de semana, sino que prosperó después. Para retribuirlo, se han implicado a fondo en Retrouvaille, desde la asistencia en el registro hasta el servicio como pareja líder.

"Hasta ahora hemos ayudado en unos 65 programas", dice Dean, y añade que han entrado en contacto con casi 1.000 parejas más al borde del divorcio.

Los Gumz estarán presentes en un próximo fin de semana de Retrouvaille en Fargo, que los organizadores esperan que sea el primero de muchos.

Retrouvaille, que cuenta con una tasa de éxito del 70%, es un enfoque centrado en los iguales en el que parejas que han pasado por momentos difíciles comparten sus historias de esperanza.

Una parte importante del fin de semana permite a las parejas asistentes pasar tiempo a solas, aprender a comunicarse mejor y, lenta y tiernamente, reconectar.

Aunque de base católica, Retrouvaille acoge a todas las parejas casadas, con o sin fe.

"Somos luteranos, así que me preocupaba (la participación de sacerdotes). No estaba seguro de que un sacerdote pudiera entender el matrimonio", admite Dean.

Pero al final, dice, los clérigos ofrecieron sobre todo orientación espiritual, lo que contribuyó positivamente al fin de semana.

Brad Gray, director de matrimonio y vida familiar de la diócesis de Fargo, dice que el obispo John Folda llevaba tiempo queriendo introducir Retrouvaille en la zona.

"Retrouvaille tiene un largo historial de ayuda a matrimonios que sufren, y tanto el obispo como nuestros sacerdotes se han enfrentado a luchas matrimoniales entre los fieles", dice. "Querían algo que ayudara a las parejas a redescubrir el amor que inicialmente les unió".

Subraya que las identidades de las parejas son confidenciales. "No es un fin de semana para compartir en grupo", dice. "No se espera que cuenten su historia delante de otras personas".

Más bien, es un momento para que las parejas se reúnan y renueven y refresquen su relación.

Gray, padre divorciado, ahora vuelto a casar, conoce personalmente la necesidad.

"Habiendo pasado por un divorcio, veo los estragos que causa en las familias y en los corazones de todas las personas implicadas", dice. "Por eso me metí en este ministerio en primer lugar... para ayudar a evitar que otras parejas pasen por lo que yo viví".

En el divorcio, dice, no hay ganadores. "Nunca es señal de algo bueno", dice. "Es señal de que algo ha ido mal... el sueño se ha roto o hecho añicos".

Aunque los ateos son bienvenidos y han participado con éxito en Retrouvaille, junto con personas de religiones no cristianas, dice Gray, el componente espiritual puede ser un gran impulso para el fin de semana.

"En última instancia, no se trata simplemente de un matrimonio que intenta reunir en su interior los medios para mantener unido algo que se está desmoronando", dice. "Retrouvaille es consciente de, y promueve la realidad, de que Dios está ahí para curar, y por tanto eso está muy en el corazón de Retrouvaille".

Al mismo tiempo, dice, "tiene una accesibilidad que puede acoger a personas de cualquier nivel de fe o incluso de ninguna fe".

Jeff Bates, consejero local, y su esposa, Michele, organizadores locales del programa, también comprenden personalmente la importancia de Retrouvaille.

"No tengo palabras para elogiar este ministerio", dice Michele. "Jeff y yo tenemos ahora un matrimonio sólido como una roca, pero ojalá hubiéramos tenido esto disponible cuando lo necesitábamos. Es un verdadero privilegio formar parte de él".

Para prepararse para el acontecimiento local, la pareja asistió a un fin de semana de observación en otro lugar.

"La mayoría de las parejas buscan algo que les ayude a superar el dolor y la miseria que sienten", dice Jeff, y señala que se encuentran en distintas etapas de su vida, desde los recién casados hasta las parejas que llevan tiempo en la misma situación y están a punto de firmar los papeles del divorcio.

"Puede deberse a una infidelidad, al comportamiento sexual, a las finanzas, a los hijos, etc.", dice. "Pero la raíz (de la discordia) es la falta de comunicación. Ese parece ser un problema constante de las parejas que necesitan Retrouvaille".

Cuando se rompe la comunicación, dice, suele desaparecer la intimidad. "Se trata de aprender nuevas habilidades, como escuchar, expresar sentimientos y ser sincero. Eso es prácticamente lo esencial del fin de semana".

Pero existe al menos una condición importante para el éxito, según Jeff.

"Ambos cónyuges tienen que estar dispuestos a trabajar para salvar su matrimonio", dice. "Si uno de los cónyuges no está dispuesto a afrontar los problemas, probablemente no esté preparado para comprometerse con Retrouvaille".

Los buenos matrimonios no surgen de la nada, añade. "Hay que trabajar en ello todos los días".

Retrouvaille, dice, anima a las parejas a comprender la diferencia entre sentir amor y estar dispuesto a amar.

"Una vez que se toma esa decisión y los cónyuges actúan en consecuencia, es de esperar que los sentimientos de romanticismo y ternura sigan y perduren".